jueves, 6 de diciembre de 2012


Los tiburones son peces sobre todo marinos que viven en todos los mares, y que abundan en aguas tropicales y subtropicales. No obstante, muchas especies migran remontando los ríos, como el tiburón toro que llega hasta el lago Nicaragua, en América Central. Los tiburones son conocidos como carnívoros agresivos que incluso llegan a atacar a miembros de su propia especie, pero dos de los de mayor tamaño --el tiburón peregrino y el tiburón ballena-- son animales dóciles que se alimentan de plancton, filtrándolo del agua por medio de peines branquiales.


La mayor parte de los tiburones son de color gris y tienen la piel correosa, cubierta de pequeñas escamas placoideas afiladas y puntiagudas que, al contrario de las que caracterizan a los peces óseos, no aumentan de tamaño en la forma adulta. Tienen un cuerpo fusiforme terminado en un rostro afilado y con la boca situada en posición ventral. Presentan de cinco a siete hendiduras branquiales detrás de la cabeza. La cola es asimétrica y la columna vertebral se prolonga en su lóbulo superior (cola heterocerca).
Muchas especies tienen hileras de dientes afilados enclavados en membranas fibrosas en lugar de en las mandíbulas; los dientes, que pierden a menudo al clavarlos en la carne de sus presas, son reemplazados con rapidez por otros dientes que se desplazan hasta ocupar el espacio que dejan los primeros. Las aletas y la cola de los tiburones son rígidas en vez de eréctiles, como las de los peces óseos. Desmintiendo la creencia popular, las aletas dorsales rara vez sobresalen de la superficie del agua cuando los peces nadan próximos a ésta.


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